Hablar de esta técnica no debe llevarnos a error, nos habla de globalidad pero comenzamos desde un análisis de la biomecánica articular de cada parte para llegar a lo global de las cadenas articulares, el gesto de cada persona, su marcha, la manera en la que cada cual nos podemos llegar a generar una artrosis (desgaste articular por descentraje de una articulación).

Buscamos “rearmonizar” la articulación mediante maniobras suaves y sencillas de recentraje articular.

El deterioro articular se debe a la mala gestión que hacemos de la articulación, su función se ve alterada y no rinde correctamente.

Podemos examinar el impacto articular que se crea, es decir, cómo es el contacto, cómo apoya, cómo se deslizan las superficies articulares, musculares, ligamentosas y su relación con la gravedad para ver qué “desórdenes patomecánicos” se podrían crear que acabarían dándonos problemas como inflamaciones, tendinitis, artrosis y dolor entre otros.